Por error se te ha colado una G en lugar de la J en el título de la entrada...
Y sí, para que luzca un poco, es muy duro. Recuerdo una mañana ecuestre en la que terminé con las mayores y más dolorosas agujetas en la cara interna de los muslos, que me privaron unos días de actividades más placenteras...
Eso sí, yo iba monísimo en aquel caballo, con un porte y una presencia digna de cualquier señorito andaluz, ricitos en el cogote incluidos...
6 comentarios:
Por error se te ha colado una G en lugar de la J en el título de la entrada...
Y sí, para que luzca un poco, es muy duro. Recuerdo una mañana ecuestre en la que terminé con las mayores y más dolorosas agujetas en la cara interna de los muslos, que me privaron unos días de actividades más placenteras...
Eso sí, yo iba monísimo en aquel caballo, con un porte y una presencia digna de cualquier señorito andaluz, ricitos en el cogote incluidos...
(claro está, no he vuelto a hacerlo)
Ahorita mismo voy a enmendar la falta ortográfica ésta que se me ha colao...Ejem...ejem...
No es agradable ver sangrar a un caballo mientras su jinete está tomando cervecitas.
Agradable? Me parece terrorífico.
¡Hola A-escena!
Si los caballos hablara...y los perros...y todos los animales que tienen que sufrirnos.
¡¡menos mal que no les oímos!! y menso mal que ellos no llevan la fusta... íbamos a saber lo que es bueno!!!
Un beso.
María: para mí es incomprensible cómo algunos/as pueden herir a los animales que dicen adorar. Es una paradoja que aún no entiendo.
Besos.
Yo, tampoco...Te aseguro que yo tampoco
Feliz noche
y más besos para ti
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