Siempre me costó tomar aire. Respirar con suavidad. Disfrutar porque sí, sin pensamientos que lo trabara. La culpa tuvo la culpa. Gracias, destino. Por no tener yo la culpa esta vez.
A mi me cuesta tanto...la culpa es como un fardo pesadísimo, una mochila incrustada en la espalda...tantos años con ella, que aunque nefasta y aguafiestas, cuesta un montón desprenderse de ella... Pero poco a poco...
Tengo una amiga que dice que somos únicos responsables de todo cuanto nos ocurre ( malo o bueno ). En absoluto de acuerdo. Hay pequeñas cucarachas que les conviene hacernos sentir culpables de cada uno de nuestros actos. Yo conozco una de ellas. La suerte es que ya dispongo del repelente adecuado. Y nunca más volverá a conseguirlo.
4 comentarios:
No sueltes ese aire sin dejar dentro un poquito de él... ¡alimenta!... y nos deja sin culpas ;)
Estoy limpísima, como un cristal recién tratado con glassex.
Y qué bien se está!!!!
Y sin hacer nada, la mar de cómodo.
A mi me cuesta tanto...la culpa es como un fardo pesadísimo, una mochila incrustada en la espalda...tantos años con ella, que aunque nefasta y aguafiestas, cuesta un montón desprenderse de ella...
Pero poco a poco...
Tengo una amiga que dice que somos únicos responsables de todo cuanto nos ocurre ( malo o bueno ).
En absoluto de acuerdo. Hay pequeñas cucarachas que les conviene hacernos sentir culpables de cada uno de nuestros actos.
Yo conozco una de ellas. La suerte es que ya dispongo del repelente adecuado. Y nunca más volverá a conseguirlo.
Publicar un comentario