Esta es una vista del paseo del pueblo donde vivo.
Dentro de pocos días, se colocará un escenario con sus luces y altavoces para la orquesta. Habrá un chiringuito con cerveza fresca, pollos asados y camareros con camisetas blancas y señoritas con delantares también blancos, muy blancos, y adornados con lacitos. También habrá tiendecitas de chucherías que se comen y que no se comen. Y atracciones para la chavalería. Nos montaremos en el canguro, donde levantaremos los brazos y haremos el payaso, que nos encanta.
Antes de subir a casa, comeremos churros con chocolate. La primera ronda no la pagaremos, porque seguramente nos invitará el dueño de la churrería ( por poner el quiosco justo en nuestra puerta, en señal de agradecimiento ).